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"-Cinco le metió el Barça al Madrid ayer, y en el Bernabéu.
-Pues qué bien.
-¿No te gusta el fútbol?
-Antes sí, de chavalín. Jugaba de portero.
-Si nadie quiere jugar de portero.
-Pero alguien tiene que hacerlo, ¿no?
-Eso decía mi padre. También era funcionario de prisiones
-Estará contento contigo, has seguido la tradición.
-¿Y el tuyo? ¿También atraca bancos?
-(Salvador ríe) Tiene un almacén de productos químicos. No le va muy bien la cosa.
-Nunca viene a verte.
-Soy la oveja negra de la familia. Mi hermano si que es buen chico: formal, buen estudiante... trabaja en Nueva York, un gran tipo.
-¿Seguro que ese es el motivo?
-Después de la Guerra Civil, mi padre estuvo en un campo de concentración, en Francia. Las pasó putas el hombre... y encima cuando volvió le condenaron a muerte. Cuando estaban a punto de fusilarlo, llegó el indulto. Pero nunca volvió a ser el mismo. Mi madre decía que se había casado con un hombre y que le devolvieron otro distinto. Mi padre ha vivido toda su vida con el miedo en el cuerpo... y eso destruye a cualquiera"
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Salvador Puig Antich, anarquista condenado a muerte, conversando con el funcionario de prisiones Jesús Irurre
(Daniel Brühl y Leonardo Sbaraglia en Salvador (Puig Antich) (2006) de Manuel Huerga)
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