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-"¿Has leído el periódico hoy? Falsificación de documentos, empresas fantasma con una contabilidad minuciosa... No hay caudillo, tirano, dictador o déspota en el mundo con el que tú no hayas tratado. Ha sido tu mujer, tu mujer trofeo, la que nos ha llevado hasta el premio. Y no por ella, es más fácil seguirla que a ti.
-¿Puedo? (mirando al periódico)
-Adelante.
-Disfruta
-¿De qué?
-De esto. Dime que soy todo lo que desprecias, que soy el demonio en persona, que soy responsable del desmoronamiento de la sociedad y del orden mundial, el genocidio hecho carne. Dime ahora todo lo que quieras porque no hay mucho tiempo.
-¿Te estás enterando o has perdido la cabeza? Has estado involucrado en todos los embargos de armas que se conocen. Hay suficientes pruebas para condenarte a varias cadenas perpetuas. ¡Vas a pasar los próximos 10 años de tu vida yendo de una celda a los tribunales sin que ni si quiera empieces a cumplir la condena! Creo que no comprendes la gravedad de tu situación.
-Mi familia me ha repudidado. Mi mujer y mi hijo me han abandonado. Mi hermano ha muerto. Créeme, comprendo perfectamente la gravedad de mi situación pero te aseguro que no pasaré ni un segundo en los tribunales.
-Has perdido la cabeza
-Me caes bien, Jack. Bueno a lo mejor no. Déjame contarte lo que va a pasar así podrás irte preparando:
Pronto llamarán a esa puerta y te dirán que salgas; habrá un hombre te que superará jerárquicamente.
Primero te felicitará por lo bien que lo has hecho, te dirá que estás haciendo del mundo un sitio más seguro, que van a concederte una distinción y ascenderte. Y después te dirá que tienes que soltarme.
Tú montarás en cólera, seguramente le amenazarás con dimitir, pero al final, me soltarán.
La razón por la que me soltarán es la misma por la que tú crees que me van a condenar. Yo me codeo con algunos de los hombres más viles y sádicos que se hacen llamar líderes en la actualidad, pero algunos de esos hombres son los enemigos de tus enemigos y como el mayor traficante de armas del mundo es tu jefe, el presidente de Estados Unidos, que vendía más mercancía en un día que yo en un año, a veces es un poco violento que estén sus huellas en las armas, a menudo necesita un freelance como yo para abastecer a fuerzas a las que a él no le pueden ver abasteciendo.
Así que ya puedes decirme que soy un mal, pero por desgracia para ti, soy un mal necesario"
-¿Puedo? (mirando al periódico)
-Adelante.
-Disfruta
-¿De qué?
-De esto. Dime que soy todo lo que desprecias, que soy el demonio en persona, que soy responsable del desmoronamiento de la sociedad y del orden mundial, el genocidio hecho carne. Dime ahora todo lo que quieras porque no hay mucho tiempo.
-¿Te estás enterando o has perdido la cabeza? Has estado involucrado en todos los embargos de armas que se conocen. Hay suficientes pruebas para condenarte a varias cadenas perpetuas. ¡Vas a pasar los próximos 10 años de tu vida yendo de una celda a los tribunales sin que ni si quiera empieces a cumplir la condena! Creo que no comprendes la gravedad de tu situación.
-Mi familia me ha repudidado. Mi mujer y mi hijo me han abandonado. Mi hermano ha muerto. Créeme, comprendo perfectamente la gravedad de mi situación pero te aseguro que no pasaré ni un segundo en los tribunales.
-Has perdido la cabeza
-Me caes bien, Jack. Bueno a lo mejor no. Déjame contarte lo que va a pasar así podrás irte preparando:
Pronto llamarán a esa puerta y te dirán que salgas; habrá un hombre te que superará jerárquicamente.
Primero te felicitará por lo bien que lo has hecho, te dirá que estás haciendo del mundo un sitio más seguro, que van a concederte una distinción y ascenderte. Y después te dirá que tienes que soltarme.
Tú montarás en cólera, seguramente le amenazarás con dimitir, pero al final, me soltarán.
La razón por la que me soltarán es la misma por la que tú crees que me van a condenar. Yo me codeo con algunos de los hombres más viles y sádicos que se hacen llamar líderes en la actualidad, pero algunos de esos hombres son los enemigos de tus enemigos y como el mayor traficante de armas del mundo es tu jefe, el presidente de Estados Unidos, que vendía más mercancía en un día que yo en un año, a veces es un poco violento que estén sus huellas en las armas, a menudo necesita un freelance como yo para abastecer a fuerzas a las que a él no le pueden ver abasteciendo.
Así que ya puedes decirme que soy un mal, pero por desgracia para ti, soy un mal necesario"
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Yuri Orlov, traficante de armas, tras ser finalmente capturado por el agente Jack Valentine
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