jueves, 23 de octubre de 2014

Golpear




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-"¿No te asusta lo del combate?
-Estoy muerto de miedo
-No lo parece
-No tiene que parecerlo
-Entonces no tienes que pelear.
-Pues yo creo que sí
-¿Sabes qué? Vivir con tu presencia nunca me ha sido fácil. La gente me ve a mí pero piensa en ti. Ahora con este jaleo va a ser peor que nunca.
-No tiene por qué serlo.
-¡Pues claro que sí! 
-¿Por qué? Tú tienes tu vida, hijo.
-¿Qué tengo? ¿Mi apellido? Por eso conseguí un buen trabajo, por eso la gente está dispuesta a tratar conmigo. Ahora que empiezo a salir adelante y empiezo a conseguir algo por méritos propios resulta que pasa esto. Escucha, te lo pido como un favor. No te embarques en esto. Esto sólo te perjudicará a ti y también me perjudicará a mi.
-¿Crees que te hago daño?
-Sí, en cierto modo.
-Esto es lo último que querría.
-Ya sé muy bien que esto es lo que quieres pero así son las cosas. ¿No te importa lo que piense la gente? ¿No te preocupa que todo el mundo piense que haces el ridículo y que eso también me va a incluir? ¿Crees que eso está bien? ¿Lo crees?
-No te lo vas a creer pero cabías en la palma de mi mano. Te levantaba y le decía a tu madre: "Este va a ser el mejor chico del mundo. Este chico va a ser mejor de lo que nadie se imagina" Y fuiste creciendo, cada vez más estupendo. Era fantástico poder observarte, un privilegio y cuando te llegó el momento de hacerte un hombre y afrontar el mundo lo hiciste. Pero en algún momento del trayecto cambiaste, dejaste de ser tú. Permitiste que te señalaran y que te dijeran que no sirves y cuando empeoró todo buscaste a quién echarle la culpa: a una sombra alargada. 
Voy a decirte algo que tú ya sabes, el mundo no es todo de alegría y color. El mundo es un lugar terrible, y por muy duro que seas, es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si no se lo impides.
Ni tú, ni yo ni nadie golpea más fuerte que la vida, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas. Hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana. Si tú sabes lo que vales ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes. Y no podrás estar diciendo que no estas donde querías llegar por culpa de él, de ella ni de nadie, eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres. ¡Tú eres mejor que eso!
Yo te querré en cualquier situación, pase lo que pase. Eres mi hijo y llevas mi sangre. Tú eres lo mejor de mi vida pero hasta que no empieces a creer en ti mismo, no tendrás tu vida propia. No olvides visitar a tu madre."
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Rocky Balboa, a su hijo Robert
(Sylvester Stallone y Milo Ventimiglia en Rocky Balboa (2006) de Sylvester Stallone)

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